Hace más dos años los arqueólogos del Instituto de Investigaciones Arqueológicas y Museo R.P. Gustavo Le Paige s.j. (IIAM) de la Universidad Católica del Norte (UCN) enfrentan una compleja situación, luego que debieran trasladar las colecciones del museo a un recinto transitorio, bajo la promesa aún incumplida de construir con fondos estatales y municipales, un inmueble que pudiera alojar de forma segura las invaluables piezas del antiguo museo. A la espera de que el proyecto se concrete, el equipo continua trabajando en el desarrollo estratégico de la colección que custodian, conservando las piezas e impulsando la investigación y la vinculación con el medio de este patrimonio.
Problemas judiciales entre la Municipalidad de San Pedro de Atacama y la inmobiliaria Procoin, que construiría un nuevo museo para la comuna, detuvieron las obras del edificio que albergaría las colecciones del antiguo museo fundado por Gustavo Le Paige en la década del ‘60.
Luego que en 2009 se hiciera un levantamiento de las condiciones de infraestructura en que se encontraba el edificio, se postuló inicialmente a un proyecto de mejoramiento de infraestructura y equipamiento, con la intención de mejorar lo que había. Sin embargo, los tres diagnósticos de las empresas de infraestructura externa, coincidieron en la misma conclusión: el antiguo museo presentaba daños estructurales que ponían en riesgo el resguardo de las piezas que albergaba.
Entre los puntos críticos que afectaban la seguridad del inmueble, se incluye que éste no contaba con los requisitos de construcción que la norma exige para ser una edificación de uso público, tenía un sistema eléctrico en precarias condiciones, no contaba con un sistema para controlar los niveles de humedad y temperatura, y no era apto para resistir fenómenos ambientales como el invierno boliviano, el que ya había causado inundaciones en el museo poniendo en riesgo las colecciones.
Pese a que Arturo Torres, Licenciado en Conservación y Restauracion de Bienes Culturales y magíster en Restauracion Arquitectónica y director del Museo e investigador de la UCN, concuerda en que el antiguo edificio tenía “un arraigo con la comunidad”, está cierto de que “lo que prevaleció y lo que predominó, y de alguna manera fundamentó la construcción del nuevo edificio, fueron las colecciones, que es un patrimonio protegido por la ley 17.288 y es un patrimonio de todo Chile. Cuando uno pone en balanza colecciones v/s un edificio en precarias condiciones, donde la viabilidad de su intervención no es objetiva, lógicamente decidimos apoyar el proyecto del nuevo museo”.
Así fue como en 2010, con el acuerdo de la UCN, se inició dio el vamos al proyecto, que comenzaría con la construcción de un recinto transitorio donde se trasladarían y resguardarían las colecciones por un período máximo de dos años, y la construcción del nuevo edificio, inmueble que se construiría con fondos del Gobierno Regional de Antofagasta, siendo la Municipalidad de San Pedro de Atacama el mandante de su ejecución.
En 2014, se dio el vamos al traslado de las colecciones y en 2015, Procoin se adjudicó la construcción del nuevo museo, obra que debía estar lista en marzo de 2016. No obstante, antes de comenzar las obras, vecinos reclamaron ser propietarios de una parte de los terrenos asignados para la construcción del inmueble, ante lo cual la empresa decidió no iniciar su ejecución, entrando en un conflicto con la municipalidad, que hoy se encuentra en manos de la justicia. Desde entonces, se mantiene la incertidumbre sobre el futuro del icónico museo de San Pedro.
El traslado y resguardo de las colecciones
En 2014 el equipo del IIAM comenzó el traslado de las piezas al recinto transitorio, el cual estaba proyectado para seis meses de trabajo y se extendió a 18, “precisamente por el cuidado, y de alguna forma la dedicación que le pusimos para que no hubiera ninguna incidencia, ni riesgo asociado al desplazamiento que iba a tener la colección a esta zona”, apunta Torres, quien subraya que “lo que dio el vamos al traslado fue constatar que las condiciones de infraestructura del recinto donde estamos hoy instalados, cumplía a cabalidad con lo requerido. Hablamos de un lugar con sistema de seguridad, guardias, alarmas contra incendio, construcción antisísmica. Las colecciones mejoraron cualitativamente y cuantitativamente en relación al espacio donde estaban”.
Los dichos del director del museo son reafirmados por la doctora en Arqueología, Fernanda Kalazich, quien en marzo de este año se incorporó al Instituto de Arqueología y Antropología de la UCN. “Para hacer ese traslado el proceso de conservación fue complejísimo. Todo el resguardo de las colecciones se hizo bajo los mayores estándares de conservación”, afirma Kalazich quien enfatiza en que el valor de éstas “es inconmensurable en todos los sentidos”.
Trabajo patrimonial
A lo largo de este proceso de implementación del nuevo edificio, cambió el gobierno y también las autoridades locales de la Municipalidad de San Pedro. Y aunque los miembros de la UCN continúan urgiendo a los nuevos mandos por la reposición del museo, el trabajo en pos del desarrollo estratégico de las colecciones sigue adelante.
“Nosotros somos responsables por la colección que custodiamos. Y seguimos fortaleciendo, potenciando y fomentando el tema de la puesta en valor de ésta. ¿Qué implica aquello? Todas las actividades o líneas de acción orientadas al cuidado, protección, conservación preventiva o curativa, investigación científica y difusión de la colección que está en custodia”.
En este sentido Fernanda Kalezich cuenta que “estamos trabajando para hacer un deposito museable, y dentro de los recintos transitorios, hacer una exposición para mostrar las piezas al público”. La iniciativa se materializará este 24 de noviembre, fecha en que se abrirá un espacio, donde mostrarán a la comunidad y los visitantes una selección de las piezas más emblemáticas de la colección, haciendo énfasis en un discurso orientado hacia lo que son los procedimientos de conservación que se desarrollan para la protección adecuada de las piezas.
Por último, y respecto al tema del nuevo edificio, Arturo Torres señala: “Entendamos que esta es una colección que merece un buen resguardo. La anterior sala estaba completamente desprovista de una actualización científica, por lo tanto, era una mueseografía que había quedado obsoleta, con propuestas técnicas que de alguna manera exponían a riesgo los propios ejemplares que estaban en la muestra. Hoy estamos apuntando a un museo con altos estándares, donde la idea es que sean incorporado todos los elementos de conservación que permiten una adecuada preservación de las colecciones que van a ser mostradas”.
Sobre el museo
El Museo de San Pedro de Atacama es el depositario y custodio de las colecciones arqueológicas y etnográficas recuperadas por el Padre Le Paige, quien tras radicarse en San Pedro de Atacama en 1955, comenzó el estudio y búsqueda de restos del pasado atacameño.
En 1957 Le Paige inauguró, junto a sus colaboradores, el primer museo en la Casa Parroquial. En 1963, con el apoyo de la Universidad del Norte, se dio paso al primer pabellón del museo, ubicado en el Centro de San Pedro de Atacama.